Pensé que iba hacia los poetas, pero estoy yendo hacia los niños.
Muriel Rukeyse
Amigos:
En el día del maestro, comparto con ustedes esta cartita que me escribió Luciana, de tan sólo 9 años, con quien me encuentro cada 15 días para leer y corregir algunos de sus cuentos. La misma está acompañada por un dibujo en donde aparecemos los dos, muy sonrientes y de perfil, sentados en el sillón donde habitualmente nos sentamos a trabajar… Bah, en realidad a compartir un juego extremadamente complicado y hermoso que consiste en construir, con palabras, un mundo adentro de este mundo. En este caso, el de Luciana es un mundo poblado de castillos, zapatos voladores, gigantes y princesas muy atareadas. Por una simple convención, en este juego yo hago de maestro. Pero creánme si les digo que perfectamente podría estar ocurriendo lo contrario....
Ahí va la carta:
***
Osvaldo:
Gracias por enseñarme todo lo que me enseñás.
Cada día que salgo del colegio y venís vos me pongo muy ansiosa y feliz, y pienso: “qué voy a aprender hoy”.
Este es un paso muy especial y totalmente importante para mí, ya que me ayudás a cumplir uno de mis sueños
ser escritora
Este es un paso muy especial y totalmente importante para mí, ya que me ayudás a cumplir uno de mis sueños
ser escritora
Vos hacés más divertidos mis cuentos y me ayudás a corregirlos.
Es todo un honor para mí, que estés aquí presente.
Gracias
por todo
Luly