Tu hermano entró en la droga
me dijo anoche mamá
y yo pensé no,
él no entró en la droga
la droga entró en él
y con mi chiste estúpido en la lengua
me dijo anoche mamá
y yo pensé no,
él no entró en la droga
la droga entró en él
y con mi chiste estúpido en la lengua
supe que este poema iba a ser muy largo.
Empezar por Ulises y sus soldados
encallando en las tierras de lotófagos
no es mal comienzo.
Ulises tuvo que atarlos al barco,
hermano,
a los que probaron del loto
y ya no querían volver a casa.
Pero dirás que yo no soy Ulises
y no hay destino en este barrio muerto.
Tenés razón, y todos sus soldados
igual murieron, te digo.
encallando en las tierras de lotófagos
no es mal comienzo.
Ulises tuvo que atarlos al barco,
hermano,
a los que probaron del loto
y ya no querían volver a casa.
Pero dirás que yo no soy Ulises
y no hay destino en este barrio muerto.
Tenés razón, y todos sus soldados
igual murieron, te digo.
Te acordás de José, ese pibe bien
atado a la derecha de papá
sus muñecas mordidas por la fiebre
las convulsiones y el impulso hacia la merca,
su cama de hospital no era metáfora
ni su alucinación literatura.
La droga es sólo un momento, hermano
y nadie te va a atar con ejemplos patéticos,
te escribo sólo porque mamá estaba despeinada
que quiere decir desesperada
y sabemos que encuentra excusas, siempre
para hundir sus ojos en almidón de sangre.
atado a la derecha de papá
sus muñecas mordidas por la fiebre
las convulsiones y el impulso hacia la merca,
su cama de hospital no era metáfora
ni su alucinación literatura.
La droga es sólo un momento, hermano
y nadie te va a atar con ejemplos patéticos,
te escribo sólo porque mamá estaba despeinada
que quiere decir desesperada
y sabemos que encuentra excusas, siempre
para hundir sus ojos en almidón de sangre.
La droga no es mala, ya lo dijo Torrente
y en el barrio viste cómo en pieles durísimas
sacó las mejores cicatrices
cómo hizo música, risas y hasta negocios
viste cómo transformó en gatito de pabellón
y en el barrio viste cómo en pieles durísimas
sacó las mejores cicatrices
cómo hizo música, risas y hasta negocios
viste cómo transformó en gatito de pabellón
al bravo de las púas.
El cuerpo es lo único verdadero que nos lleva
a humedecer el hocico en el deseo.
pero qué desear más que el goce inmediato
en una casa que se hunde
en un barrio que se derrumba,
El cuerpo es lo único verdadero que nos lleva
a humedecer el hocico en el deseo.
pero qué desear más que el goce inmediato
en una casa que se hunde
en un barrio que se derrumba,
me dirás y tenés razón hermano.
Y ojalá ese hundirse conduzca al infierno
al sitio donde los griegos
en la voz de un padre o adivino
encontraban pistas para el hacerse…
-Es una U la droga para mami
un recipiente en que caíste
y no una Ü como la ves
una risa imposible de acabar
pero no olvides que mamá
es VIUDA, y en ese recipiente estamos.-
un recipiente en que caíste
y no una Ü como la ves
una risa imposible de acabar
pero no olvides que mamá
es VIUDA, y en ese recipiente estamos.-
Una vez me mandaron a correr
yo estaba también sin caminos
y ya no sé cómo llegué hasta acá,
yo estaba también sin caminos
y ya no sé cómo llegué hasta acá,
hasta este manto invisible de letras
que se desteje en desconcierto,
únicamente sé que no paré
le armé porros a los amigos
amé el olor en frío de la marihuana
comí fideos de hierba
con tecitos de floripondio
pero no paré.
La droga es un momento solo
la ataraxia un estado envidiable
sólo desde acá
únicamente sé que no paré
le armé porros a los amigos
amé el olor en frío de la marihuana
comí fideos de hierba
con tecitos de floripondio
pero no paré.
La droga es un momento solo
la ataraxia un estado envidiable
sólo desde acá
desde la cómoda mediocridad.
Hay un poema de Carver a su hija
donde le desea mediocridad
cómoda mediocridad
antes que el delirio del alcohol.
Sólo sé persuadir con lástima
es algo que aprendimos en la iglesia
o con el miedo
pero qué de los corazones
que no germinaron la piedad.
Somos y estamos
sujetos a la deriva, hermano
y acá estoy para bracear con vos
Somos y estamos
sujetos a la deriva, hermano
y acá estoy para bracear con vos
-es una promesa religiosa casi-
atados a una madre que se despeina
que nos lleva del llanto
al amor
atados a una madre que se despeina
que nos lleva del llanto
al amor
y que se muere por vernos vivir
siempre prolijos y bien peinados
en este huracán del tiempo y la distancia
Tony Zalazar (Chaco, 1980)