jueves, 22 de diciembre de 2011

Ezequiel Nacusse: Estaba agotado de bailar





John

Está por llover,
John
lo sabe.

Tiene puestos los anteojos de carey
que fueron míos
el tiempo en que nos sentimos centauros.

Se desnuda en el balcón
la lluvia lo
secuestrará.

Pienso en su espalda atravesando el techo
de follaje de árboles azules
el túnel callado en el que habita
tras los lentes oscuros…

esos lentes que dejé sobre la mesa
junto a una nota que decía volveré
cuando la lluvia…

pero John, empapado y sediento,
supo que mentí.


Tribuna de enfrente

Con el revolver en la mano
tu corazón, Mi corazón,
tu puño certero, tus/
ganas de gritar, mi/
armadura de intestinos tu/
puño inmediato / ornamentado…

si me dejaras, por un momento,
anular la distancia
para festejar.


Amor de músico

Los chicos del sexto tienen
una fiesta en la terraza.
Lo sé
porque me invitaron en el ascensor
y les dije que sí, que claro, que cómo
no iba a ir y subí (unas horas más tarde)
por las escaleras...

desde que te fuiste, mi amor
no he vuelto a escuchar
la cumbia de nuestros días, por eso
cuando un grupo de muchachos despreocupados
baila tus canciones en un mix
sin igual,
me detengo junto a la puerta de la terraza
y retrocedo
retrocedo...retrocedo
hasta que mis pies alcanzan el sabor
y mis manos tu cintura y mi pelvis
tus caderas. Irene, esas caderas
que movías como un origami/ en el viento.

Los chicos del sexto me preguntaron
por qué no había ido a la fiesta de la terraza
“estaba agotado
De bailar” les dije.


Ezequiel Nacusse (Tucumán, Argentina, 1990)
De su libro inédito: Amor y otros oficios